domingo, 8 de abril de 2012

LIBERACION DE SECUESTRADOS

Presidente Santos valoró el gesto de la guerrilla, pero reiteró que no es suficiente para dialogar.
Con la entrega el lunes, entre Guaviare y Meta, de los últimos 10 policías y militares que tenían en su poder, las Farc cerraron uno de los capítulos más violentos y dolorosos para la historia del país: el secuestro masivo de policías y militares tras violentas tomas a bases oficiales, con la pretensión de un canje de guerrilleros presos por secuestrados.
Lo abrieron hace 15 años y 7 meses, con el primer ataque, a la base militar Las Delicias (Putumayo), en 1996 Y aunque nada garantiza que esta guerrilla no volverá a secuestrar uniformados, pues su siguiente gesto -según ratificó el lunes en un comunicado- será terminar con el secuestro extorsivo, sí cierra un capítulo muy importante para ella.
Los policías César Augusto Lasso Monsalve, José Libardo Forero, Jorge Trujillo Solarte, Jorge Humberto Romero, Carlos José Duarte y Wilson Rojas Medina, y los militares Luis Arturo Arcia, Róbinson Salcedo Guarín, Luis Alfredo Moreno y Luis Alfonso Beltrán eran, hasta el lunes, cuando aterrizaron en un helicóptero del Brasil en el aeropuerto de Villavicencio, el símbolo del poderío militar que las Farc llegaron a tener en la segunda década de los años 90.
Beltrán y Arcia llevaban 14 años secuestrados Los 31 soldados muertos y 86 secuestrados de Las Delicias en 1996 fueron las primeras víctimas de la escalada de una guerrilla que llegó a tener cerca de 22 mil guerrilleros en armas y que, en noviembre de 1998, fue capaz de sostener durante dos días el control del casco urbano de Mitú, capital del Vaupés.
Hoy son un grupo guerrillero replegado frente a un Estado a la ofensiva. Su fuerza armada está reducida a una tercera parte y perdió a cinco de los siete del Secretariado de finales de los 90: 'Tirofijo', 'Jojoy', 'Cano', 'Reyes' e 'Iván Ríos'.
"Es el final de un momento triste en la historia del país", dice el padre Darío Echeverry, uno de los voceros de la Iglesia en temas de paz. Y agrega que finalmente parece que la guerrilla se percata de que el uso del secuestro le dio ventajas militares, "pero le quitó toda legitimidad".
Ayer incluso, las Farc sorprendieron al país al entregar a los 10 uniformados en una sola tanda, cuando habían anunciado dos entregas, que se prolongarían hasta mañana.
De hecho, el presidente Juan Manuel Santos encabezó su alocución reconociendo el gesto de las Farc. "Es un paso importante... El compromiso de las Farc de no volver a secuestrar lo valoramos", dijo. Pero a renglón seguido les advirtió que la liberación de los uniformados "no es suficiente" y de inmediato reclamó la liberación de todos los civiles en su poder.
Son más de 400, según las cuentas de la Fundación País Libre, y unos 700, de acuerdo con las estadísticas de la Fundación Nueva Esperanza.
Claramente, el Gobierno espera muchos más hechos de paz de la Farc para responder a su anuncio del lunes de que están dispuestas a un diálogo. Es más, el Presidente reiteró que solo él decidirá cuándo están dadas las condiciones para acercamientos con este grupo guerrillero.
Sin ruido
La del lunes, a diferencia de las otras entregas unilaterales de los últimos cinco años, fue una liberación discreta y sin dilaciones de último momento Algunos habían especulado con que, por ser la última liberación unilateral, sería usada por la guerrilla para un show mediático, pero en esto también las Farc acataron las condiciones del Gobierno.
El exmagistrado Eduardo Cifuentes resaltó la discreción de esta entrega y las posibilidades que abre, pero considera que se necesitan más hechos de la guerrilla.

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